(Afiche de un concierto realmente memorable. Un año antes del cierre de la Jato HC)
Nuestro amigo Patapsico, en su blog Chankabuques, aporta datos clave para la reconstrucción de la historia de la Jato Hardcore de Barranco. Ha posteado unas fotos inéditas para mí, donde se aprecian imágenes de una expo anarco-reflexiva preparada, entre otros, por el gran Aníbal Cairo. Creo recordar que fue el último concierto realizado en la Jato, ¿puede ser? Eso correspondería con lo que se narra en Chankabuques, ya que en aquel concierto algunos de los asistentes no tuvieron mejor idea que arrojar botellas de vidrio vacías a las casas vecinas. Esa fue la primera vez que la policía se acercó a averiguar "qué pasaba" en ese lugar, ya que durante más de un año y medio no habían jodido ni pedido que les compremos sus rifas a pesar de estar ubicados en la misma cuadra que la Comisaría. Hubo que cerrar la entrada y terminar el concierto con las puertas cerradas. Los tombos se fueron y no jodieron mucho. Me parece que ese hecho (primera vez, en serio, que los vecinos reclamaban) nos hizo pensar que había que esperar un tiempo hasta organizar otro concierto. En el transcurso de ese lapso las cosas se enfriaron. La familia de Raúl se puso saltona con lo que había pasado y prefirieron ya no alquilarnos más la casa (corrígeme Raúl, si me equivoco). Concuerdo con Patapsico que las discusiones en las "tertulias" no fueron simples "pajazos mentales" (nunca lo son) sino compromiso auténtico de los que vivimos aquellos años. Claro que cada uno vivía a su manera ese inconformismo y rebeldía. Lo hacían desde diferentes frentes que, ahora -pasados los años- entiendo y respeto.
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